Educar en Libertad es una propuesta pedagógico-política de opción libertaria.
Nuestro trabajo consiste en contribuir al empoderamiento de jóvenes, niños y adultos en comunidades marginadas, mediante la apropiación de la informática con software libre, difundiendo así la socialización del conocimiento y la liberación de la cultura.
Estudiamos y deseamos implementar entre nuestras referencias más importantes, la propuesta de educación popular de Paulo Freire y otros educadores cuyo tronco común es atacar la dicotomía educador-educandos (y en el software desarrolladores-usuarios), proponiendo una educación autogestionaria por la que las comunidades se empoderan mediante el conocimiento para la construcción de su libertad.
Por el momento sólo hemos tenido experiencias en la ciudad de México y zona oriente del Estado de México, pero sería grandioso conectarnos con educadores y educadoras de otras partes incluso del mundo, compartir ideas y si es posible, construir un lenguaje y una propuesta en común actuando en red.
Experiencias iniciales de educación popular con Software Libre
En 2009 tuve la oportunidad de trabajar directamente con niñas y niños en una escuela primaria en Chimalhuacán, Estado de México, en condiciones muy precarias (sin internet, menos de una decena de PCs para cerca de 400 niños, sin prestación laboral alguna), pero con un gran entusiasmo por ver como recibirían los chavales la idea del software libre. Previo a esto, mi experiencia era en talleres con activistas, sindicalistas y medios más "politizados" pero no había explorado más la parte educativa, salvo por GCompris, que a mi hija le encanta.
El experimento fue breve, de unos cuantos meses, pero los chicos alimentaron mi entusiasmo, les fascinó:
- los programas educativos (Tux4kids, GCompris, educativos de KDE, alcanzamos a asomarnos un poco a Scratch)
- no tener que aprender Word, PowerPoint y Excel (¿pueden imaginar a un niño o una niña de 8 años teniendo que escribir fórmulas, y formateando celdas como lo mejor que creían que le estaban enseñando?).
- pero sobre todo compartir, algunos chicos me llevaron sus USB, me platicaban muy contentos que lo instalaban en sus máquinas, y les encantaba la idea de que no estaban ni pirateando, ni llevando virus. Y que además podían copiarlo y regalarlo a cuantos amigos quisiesen o bajarlo de internet.
Después estuve de voluntario varios meses en un centro de barrio con laboratorio de cómputo dependiente de la Universidad de la Ciudad de México (Casa Talavera), en que ya más libremente pudimos trabajar con software libre en totalidad con niños y adultos, incluso de la tercera edad. Fue una experiencia grandiosa, migramos el laboratorio completo a Ubuntu, a los niños y niñas les encantaron los torneos de juegos que organizamos entonces, además del apoyo a tareas que condicionaba para algunos el chance de jugar, con otros nos teníamos que conformar con apoyarlos más como amigos, que desde muy jóvenes (12-15 años) ya tenían que ayudar a sus papás a trabajar. Un entorno muy difícil pero justo eso nos dejó lecciones y experiencias llenas de emoción.
Con los adultos el cambio no lo sintieron tan drástico de Windows a GNU/Linux, pero sí quedó mucho más claro cual era la idea del software libre, ya les habían hablado de este pero cuando al involucrarme y contribuir en la migración y apoyando el taller de alfabetización TIC, algunos incluso llevaron sus PC de casa para que les instaláramos el nuevo sistema operativo que les había gustado tanto al estarlo trabajando, mucho más contentos los que tenían hijos chicos, al comprobar que se olvidarían de virus y ver todos los juegos (algunos educativos) que teníamos en las PC del laboratorio liberado.
También aprendimos mucho de nuestros compañeros adultos, puesto que siempre nos planteaban retos para los que no teníamos lecciones preparadas, estuvimos anclados en parte al mismo currículo común de ofimática que es relativamente útil en la capacitación para el trabajo, pero que no responde a las necesidades de todas las personas adultas, que como nos demostraron, cuando no es el factor laboral, están más interesados en adquirir competencias de aprendizaje que puedan aplicar para seguir un aprendizaje más autodidacta y al mismo tiempo más social.
En conclusión de ese año, aprendimos que la propuesta del currículo común básico de ciudadanía digital, a nosotros no nos funcionó, ni entusiasmando a niños ni a adultos, exigiéndonos replantear desde las necesidades a que creíamos responder, nuestras propuestas hacia futuros proyectos de alfabetización y extensión en línea para los egresados de los talleres básicos.
Propósitos a mediano plazo
- Aprender a diseñar cursos presenciales y en línea que nos permitan construir mejores experiencias sobre las necesidades reales de las comunidades en que nos proponemos continuar Educando en Libertad.
- Trabajar de nueva cuenta con grupos de adultos que deseen utilizar el computador para crecimiento personal en un sentido más amplio que 'meterse a trabajar de capturistas'.
- Actualizar nuestra propuesta educativa con niños y niñas de escuela primaria, mediante propuestas que permitan integrar el aprendizaje de la informática, con el ejercicio de sus derechos a la identidad, y a la libertad de opinión, investigación y difusión de las ideas.
- Asociarnos con proyectos educativos en línea, que nos permitan contribuir con nuestra experiencia e ideas a otros procesos, así como dar alternativas de extensión, continuando su educación a nuestros alumnos de talleres presenciales.
Obstáculos inmediatos
- El poco desarrollo formal que hemos conseguido dar a nuestra propuesta.
- Nuestra inhabilidad para gestionar con administradores de espacios públicos un horario regular de trabajo, incluso sin más recursos que el uso de algunos equipos de cómputo.
Como nos planteamos superarlos
- Aplicar principios de diseño instruccional a nuestra Propuesta de Alfabetización con TIC a adultos, para conseguir más pronto espacios donde podamos trabajar con adultos.
- Abrir nuestra propuesta de Alfabetización con TIC a niños, a la comunidad de software libre de modo que podamos implementarla con más claridad en un aula o laboratorio after-school como los ClubHouse (lamentablemente, el de Casa Talavera de la UACM seguirá cerrado por decisiones burocráticas del departamento de difusión cultural).
- Comenzar a dar charlas sobre nuestro proyecto, u otros similares y sus avances, en espacios culturales y otros eventos de software libre. Así como una vez delineadas mejor nuestras propuestas, presentarla a diversos responsables de centros públicos de extensión digital.